El humedal Tambo-Puquíos en la alta montaña de Elqui

Abstract

La elevada heterogeneidad geológica y geomorfológica de la alta cordillera de la IV Región de Chile genera un mosaico de condiciones ambientales que originan hábitats con vegetación fuertemente contrastante entre ellos. En aquellos sitios donde ocurre afloramiento o acumulación de agua, se originan pequeños humedales, prados húmedos, “veranadas” o “vegas”, como son llamados en lenguaje local. La riqueza vegetal y animal de estos hábitats es usualmente alta. En este capítulo se describen las características geológicas, hidrológicas, climáticas y bióticas del humedal Tambo-Puquíos. El humedal Tambo-Puquíos está ubicado en la alta montaña del Valle del Elqui, a 3.800 msnm. Su riqueza florística alcanza a 49 especies de plantas vasculares terrestres y semiacuáticas. Cuatro de ellas son endémicas y siete, vulnerables. Las 49 especies pertenecen a 38 géneros y 17 familias, siendo las más diversas: Compositae (8 especies), Gramineae (7), Portulacaceae (5), Papilionaceae (4), Cyperaceae (4) y Violaceae (4). De las 49 especies, 18 ocupan exclusivamente la matriz esteparia (vegetación zonal) y 20 ocupan exclusivamente los prados húmedos (vegetación azonal). La forma de vida predominante corresponde a hierbas perennes en áreas de vegetación azonal y arbustiva en los sectores zonales. Mientras que la cobertura de la vegetación es baja en los sectores zonales (5,8% a 19,8%), en los sectores azonales alcanza cerca del 69%. Las especies con mayor cobertura son Adesmia echinus, A. subterranea y Stipa atacamensis en el sector zonal, y Calandrinia compacta, Carex maritima, Pucinellia oresigena, Deschampsia caespitosa y Deyeuxia velutina en el sector azonal. No se registran peces ni anfibios. Los reptiles están representados por dos especies de lagartijas del género Liolaemus, una de ellas considerada “rara” y la otra, “vulnerable”. La mastofauna está representada por cinco especies de mamíferos, entre los que se cuenta el guanaco (Lama guanicoe), la liebre (Lepus capensis), el zorro culpeo (Pseudalopex culpaeus), el lauchón orejudo andino (Phyllotis xanthopygus vaccarum) y la laucha andina (Abrothrix andinus), más dos especies de las que se tienen registros indirectos (vizcacha y puma). De estas siete especies, tres son consideradas “especies en peligro”. La avifauna es el grupo más diverso y abundante de los vertebrados del área. Existe un registro de 54 especies, en su mayoría visitantes estivales. La matriz esteparia reúne un alto número de especies de aves insectívoras. Asociadas a los ambientes acuáticos o semiacuáticos se registran el playero de Baird (Calidris bairdii), el pato juarjual (Lophonetta specularoides), el chorlito cordillerano (Phegornis mitchelli), el piuquén (Chloephaga melanoptera) y la gaviota andina (Larus serranus). Estas dos últimas son consideradas “especies raras”. La diversidad y abundancia de invertebrados acuáticos es baja. En los pequeños cuerpos de agua de las quebradas tributarias, donde las aguas son de mejor calidad química, se registran inmaduros de insectos Trichoptera, Ephemeroptera y platelmintos Turbellaria. Los cuerpos de agua interiores alojan microcrustáceos, inmaduros de dípteros e inmaduros y adultos de hemípteros notonéctidos. La fauna de invertebrados terrestres asociada a los prados húmedos está compuesta especialmente por nemátodos edáficos y hexápodos tanto semiacuáticos como edáficos y voladores. Entre los edáficos predominan los colémbolos y entre los voladores, los dípteros, que constituyen el grupo de mayor abundancia y diversidad taxonómica.